lunes, 25 de mayo de 2009

Bailar para el yo o bailar para los demás?


Ahora que se aproxima la cena de fin de curso, muchas son las de nosotras, las chicas de Danza del Vientre del Centro de Yoga, las que nos empieza a entrar un pánico absurdo que se apodera de nosotras a la hora de actuar.

Es cierto. A pesar que ya he pasado unas cuantas cenas, y muchas sesiones de ridículo, todavía me embriaga esa sensación de pánico. Y no debería.

Cuando bailamos para el yo, dejamos que nuestro cuerpo fluya a pesar de sus particulares restricciones.

El cuerpo, la mente y una misma están conectadas con la música. Cuando empezamos a disfrutar de nosotras mismas, de los minutos que somos conscientes más que nunca de nuestro yo interno, dejándolo expresarse sin reparar en las propias limitaciones, es cuando realmente disfrutamos, y salimos de clase con un agradable sabor a felicidad.

Bailando para el yo,…alimentamos nuestra alma.

En cambio, cuando bailamos para los demás, nos embarga una cruel sensación de responsabilidad hacia el espectáculo, que nos arrastra a una sensación de miedo hacia el qué dirán. Se incluye el absurdo pensamiento de ser juzgadas y criticadas..y si se nos va la castaña en plena fantasía mental, hasta podemos ver tomates aterrizando en nuestra cocotera. Un plaf! monumental que te hunde en la miseria más absoluta.

No debería ser así, porque en el Centro de Yoga se alimenta la idea de aprender a ser feliz y a desarrollarse personalmente.

La Danza es una técnica más, para fluir con la vida, fluir con nosotras mismas, con nuestra propia identidad.

Descubrir que a pesar de tantas y tantas circunstancias, una es capaz de ser feliz por bailar. O bailar por ser feliz.

No formamos un grupo de chicas que aspiran a ser profesionales en un mundo competitivo.

Formamos un grupo de chicas que aspiran a ser felices. Realizar un espectáculo es, simplemente compartir nuestra felicidad con aquellos que queremos: familia, amigos, conocidos, vecinos, y compañeros del centro de yoga que no bailan, aunque vienen a vernos.

Y precisamente vienen a vernos porque no hay mejor espectáculo que el compartir la felicidad con nosotras… Eso es lo que quieren ver.

No importa si nos equivocamos, si hay movimientos encallados, si nos hemos engordado, o nos han salido nuevas arrugas, o nuevos achaques.

Lo que vienen a ver de verdad es felicidad.

Así que bailemos para el yo, y seamos felices.

Suerte.

3 comentarios:

inas dijo...

Solamente al empezar a leer esta entrada en el blog, sabía que tan sabias palabras sólo podían ser TUYAS. Que razón tienes, no tenemos que tener tanto sentido al rídiculo cuando bailamos para los demás, sino mostrarles lo bien que nos sentimos haciendolo
Beitos wapa

Lakshmi dijo...

Siempre digo que el principio básico para bailar danza del vientre es disfrutar y cuando actuamos también debemos disfrutar porque eso es lo que se transmite, y no importa si un paso a salido mal, lo que le llega a la gente es la vibración de alegría de esta danza.
Voy a decirles a todas las alumnas que lo lean, seguro que las ayudarà en la actuación.

Zubel dijo...

Sí inas, lo importante en una actuación es mostrar lo bien que nos sentimos bailando. Es primordial.

Es verdad Lakshmi, siempre ha sido tu lección número 1 (aparte de la pose básica para no dañarnos) es la de disfrutar bailando.

Besitos