Baila, baila mujer....... y siente como al danzar dejas que tu pasión, tu deseo y tu voluntad calienten con su energía la fuerza compasiva y amorosa del tu corazón. Ésta al dilatarse y ascender abrirá los pórticos que permiten la entrada a los dominios del espíritu. Cuando llegues a este punto en el momento álgido de tu Danza de la Vida, sentirás que trasciendes tus viejos límites, que ya no hay pugna entre tu parte femenina y masculina. Te experimentarás como humana y divina a la vez. Y te aceptarás plenamente como la lo que eres. Diosa y Mujer. Ya no temerás, te abrirás al exterior y al interior dando apertura a tus manos, brazos y pecho para recibir la Luz.
Del libro, El despertar de la Diosa, de Beatriz Merino